
Mediación civil y mercantil en Sevilla
Cuando surge un conflicto, la resolución a través del procedimiento judicial tradicional suele ser un proceso largo y complicado que alarga una situación incómoda. Para evitarlo, existe la alternativa de contar con un mediador, un tercero imparcial que facilite la comunicación entre las partes involucradas para encontrar una solución consensuada.
Medalva, mediadores expertos en ley de mediación civil y mercantil
Tenemos el objetivo de que las partes lleguen a acuerdos satisfactorios de manera rápida, eficaz y con el menor coste posible, todo gracias a nuestro equipo capacitado para realizar el proceso de mediación. Comprender las normativas civiles y mercantiles nos permite ofrecer soluciones eficientes y equitativas para distintos conflictos como disputas comerciales, arrendamientos, contratos, herencias, reclamaciones de deudas y muchos otros aspectos.
Te guiamos en todos los pasos de la mediación civil y mercantil
Aunque la mediación evita acudir a juicio, existe un procedimiento estructurado que se debe seguir para facilitar la comunicación, el entendimiento y el acuerdo final entre ambas partes. A continuación, te explicamos los pasos básicos:
- Solicitud de mediación: La parte interesada solicita la mediación, y ambas partes deben aceptar participar de forma voluntaria.
- Selección de mediador: Un mediador imparcial es designado por ambas partes, o en algunos casos, por un organismo competente.
- Primera sesión: Durante esta sesión, el mediador establece las reglas del proceso, facilita la comunicación entre las partes y explora las áreas de acuerdo y desacuerdo.
- Sesiones de mediación: El mediador organiza varias sesiones para profundizar en los aspectos clave del conflicto y explorar posibles soluciones.
- Acuerdo o cierre: Si se llega a un acuerdo, el mediador redacta el acuerdo y se firma por ambas partes, siendo vinculante en algunos casos. Si no se llega a un acuerdo, las partes pueden recurrir a otros medios legales.
La mediación civil y mercantil es un proceso voluntario y confidencial donde un mediador neutral ayuda a las partes en conflicto a alcanzar un acuerdo sin necesidad de acudir a los tribunales. Abarca disputas civiles, como conflictos entre personas o sobre bienes, y mercantiles, como problemas empresariales, comerciales o contractuales.
Incluso si ya se ha iniciado una demanda, las partes pueden optar por la mediación para intentar llegar a un acuerdo sin esperar a la resolución judicial. En muchos casos, el acuerdo alcanzado en mediación puede ser reconocido legalmente y tener carácter vinculante.
El proceso comienza con la solicitud de una de las partes, que debe contar con la aceptación voluntaria de la otra parte implicada. Una vez ambas aceptan participar en el proceso de mediación, se selecciona un mediador imparcial, quien guiará el proceso siguiendo una estructura clara y confidencial hasta la posible resolución.
Recomendamos iniciar la mediación en cuanto surge el conflicto, antes de que escale o se complique con procedimientos judiciales. En nuestra experiencia, cuanto antes se comience el proceso, más fácil suele ser alcanzar una solución consensuada, evitando el desgaste emocional, económico y de tiempo que implica un litigio.
La mediación es especialmente recomendable cuando las partes desean mantener una relación futura (por ejemplo, socios comerciales, familiares o arrendadores e inquilinos), cuando buscan una solución rápida y menos costosa, o cuando desean tener un mayor control sobre el resultado del conflicto. También es una opción útil cuando se valora la confidencialidad y la flexibilidad en el proceso.




